La mezcladora se retira del dispensador y se fija a los conectores correspondientes en el tanque de solvente Gusto. Para presurizar el tanque, se reubica el conector de suministro de aire del dispensador al tanque. Una válvula direccional de tres vías dirige el aire hacia el interior de la mezcladora y purga las acumulaciones de resina. Después, el tanque se agita de forma manual para salpicar pequeñas ráfagas de solvente en el flujo de aire sin reducir de manera considerable su velocidad. El solvente actúa como abrasivo y decapa los componentes para dejarlos totalmente limpios.
No hay que enjuagar con grandes volúmenes de solvente ni desmontar componentes individuales. Solo se requieren unas cuantas onzas de solvente para la limpieza. Después de la limpieza, la mezcladora se estiba sumergida en solvente dentro del tanque hasta que se vuelva a utilizar, incluso aunque hayan pasado meses. La mayoría de las resinas se pueden dejar en el dispensador de manera indefinida.
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